lunes, 20 de diciembre de 2010

Otro De Sus Juegos

El jueves pasado estuve de concierto, todos los que me leeis y compartimos vivencias en facebook lo sabeis de sobra. El caso que como hice con el de U2 (de hecho, todavia no he hablado de ellos), voy a pararme antes con los teloneros.

Y el encargado de abrir la velada del cumpleaños de los mutantes fue Julio de la Rosa. Por esto del estress, parece mentira pero los estudiantes en ocasiones también lo tenemos no me preocupé en saber de él. De hecho, al día siguiente comprobé que su anterior grupo (El hombre burbuja) eran los que tocaban una canción que he escuchado cientos de veces (TOC).

Me enrollo y divago, el caso que cuando empezó su actuación no sabía nada de lo que me esperaba, ni su estilo ni ná. Y el inicio no pudo ser más demoledor, un gachón en calcetines, susurrando cerca del microfono de forma que solo se oía prooffffffff!!! Menos mal que el susto solo duró una canción. Pasada la sorpresa inicial, la cosa fue cambiando y pasó a dejar claro que su apuesta es arriesgada, para nada comercial pero que es capaz de dejarte poso despues de escucharlo. Y eso es de agradecer.

Acompañado con un armonio (una especie de organo de viento eléctrico), fue desgranando una canción tras otra. Y la que quiero compartir con vosotros es la que más me gustó. El propio Julio afirmó que la creó despues de quedarse pillado con un verso de Lorca de Poeta en Nueva York: «el mar recordó de pronto los nombres de todos sus ahogados». ¿Qué tendrá Lorca para inspirar a tantos músicos y artistas?

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