Mientras suenan las notas de Intro, la canción que abre este post quiero despedirme de todos vosotros. Este espacio, este canto al exterior, esta válvula de escape ha perdido su razón de ser y a las pruebas me remito. Hace semanas que no he actualizado nada porque estaba realmente agobiado y sin tiempo, pero desde hace dos días que he acabado mis exámenes habría podido compartir algo con vosotros, pero no me apetece, no tengo ganas y así, ¿que sentido tiene seguir?
El por qué es una suma de razones, aunque en el fondo creo que no tengo nada más que aportar, mis gustos musicales son eso, mis gustos y no son especialmente comunes así que no creo que mucha gente disfrute con lo que cuelgo. Mis experiencias vitales son cada vez más inexistentes y tampoco creo que vayan a más. Ando perdido en medio de un desierto y supongo que alguna vez llegaré al oasis, pero mientras tanto, la travesía no requiere que me vaya deteniendo a contar y a hablar sobre la nada, así pues, dejo de daros el coñazo. Supongo que por alguna red social de vez en cuando compartiré alguna canción pero tampoco lo creo, por lo menos en un futuro cercano. Eso si, si alguna vez vuelvo a tener la ilusión que tenía antes por crear textos que de verdad merecieran la pena acompañar a bellas canciones espero volver. Pero mejor que esto muera así, antes de seguir siendo un escondite agonizante sin nada que aportar. Y para despedirme otra canción de Staind y tocada de la forma más desnuda: sólo una guitarra acústica, la voz de Aaron Lewis y la mejor de las letras posibles. Adiós.
Mantener vivo un blog es complicado, ya veo que lo sabes. No sólo requiere estar fresco de vez en cuando para sacarle punta a algo que te ha guatado o que te ha llamado la atención, sino (y ahi viene el meollo) que además te exige esa disciplina autoimpuesta de querer contar algo de vez en cuando, de querer sacarle punta a cosas que quizás no la tienen afilada, de no dejar que languidezca, que aburra o que decepcione. Se que son cosas que un bloguero se autoimpone, y que hay quien tiene más tiempo para estas cosas, o que hay a quien le basta un guiño para hacer algo ocurrente... pero de cualquier forma, se agradece el tiempo empleado, el esfuerzo puesto y la intención de compartir cosas personales.
ResponderEliminarEso hay quien no lo entiende. Todo blog tiene visitantes anónimos a los que no tiene por qué agradar al 100% lo que escribes o lo que subes, pero si este viaje tiene algo hermoso, es el conseguir un día cualquiera llegarle al corazón a quien sea con una canción, con un texto o con una foto.
Si hay que decirte "hasta luego", pues te lo digo: eso es algo respetable y comprensible. Lo que ya me preocupa más es la carestía de experiencias vitales intensas que me dices que tienes. También hay vida en el desierto... y para recordartelo, estamos los de siempre... tus amigos.
Un abrazo grande, Fran.