jueves, 13 de mayo de 2010

Un año sin Antonio Vega

En estas fechas se cumple el primer aniversario de la muerte de Antonio Vega y me gustaría hacer un pequeño homenaje en mi pequeño rinconcito musical. Porque aunque yo no sea un seguidor extremo de su obra, tanto con Nacha Pop como en solitario, tengo que reconocer que ha sido un gran autor. Y sobre todo, ha sido capaz de crear himnos para mucha gente.

¿Porque quién de vosotros al intentar recordarlo no es capaz de traer a vuestra memoria más de una canción suya que os diga algo? Quien no le llegó la chica de ayer, le hizo un hueco a lucha de gigantes o se dejaba llevar. O por contra, le gustaba su parte más anímica como vístete, una décima de segundo o relojes en la oscuridad.

Y precisamente esta última canción es la que os quiero traer pues me trae grandes recuerdos de mi infancia. Cuando era un niño llegó a mis manos una cinta de cassette negra de publicidad de la revista Super Pop. Y en ella sólo venían cuatro canciones, una era una balada coñazo que siempre rebobinaba para no oírla, el segundo tema era el aquí no hay playa de los refrescos, una canción de barricada y por última relojes en la oscuridad.

La mezclita musical que llevaba la cinta era cuanto menos durita, pero no os podéis imaginar el juego que me dio. Yo acostumbrado a escuchar al fary y demás rumbitas y flamenqueos de mis padres, descubría algo nuevo y encima me gustaba. Y de entre las tres canciones que escuchaba, irremediablemente era la de Nachapop la que más me gustaba. Es por todo esto que siempre que la escucho me acuerdo de esa etapa de mi vida y por ello es la que he querido traer aquí para mi humilde homenaje a Antonio Vega. Un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario