viernes, 19 de marzo de 2010

Vampiros

Hoy tengo que utilizar este espacio para confesaros un pequeño secreto que tengo: me encantan los vampiros. Con diferencia es la criatura de ficción que más me atrae y el tema vampírico es un recurrente en mis lecturas, películas y series que veo....

El por qué de esta afición no podría explicarlo puesto que no me veo representado por ello, ni tengo colmillos ni ando por ahí mordiendo a la gente, bueno en lo de morder... jajajajaja. Siempre me ha atraído los dos mundos que hay en los vampiros: siempre hay un vampiro "bueno" y uno "malo". Y el bueno siempre está acompañado por un universo de melancolía, pena, sentimiento de culpabilidad, soledad, desasosiego.... Y el malo todo lo contrario, se muestra exultante siendo como es, siguiendo su instinto sin importarle nada más.

El lamento por la inmortalidad es otro de los tópicos que acompaña al vampirismo, curioso cuando los hombres siempre intentamos luchar por alcanzar el más mínimo atisbo de poder acercarnos a dicho concepto, siendo siempre noticia el humano más viejo o la población con la media de edad más alta.

El mundo de los vampiros da por tanto una vuelta por completo a nuestra identidad como hombres y muchas veces nos hace darnos cuenta que ni el malo es tan malo ni el bueno, tan bueno porque siempre está el deseo de sangre por encima de todo.

Y ahora que nombro la sangre, acaso no es siempre la sangre en esta temática un sinónimo de la vida y sobre todo, la droga más potente que necesitan. Quizás deberíamos plantearnos si no tenemos cada uno nuestra propia sangre particular como nuestro necesidad última para poder vivir. Para algunos es la comida, para otros son las noches de desenfreno y alcohol, otros se refugian en el sexo como el motor de sus vidas, otros tienen el trabajo y el dinero... pero todos tienen su propia sangre por la que son capaces de alienarse y dejar de vivir solo por alcanzarla.

Quitando esta pequeña reflexión más o menos profunda, para mi es innegable el poder erótico que tienen los vampiros. ¿Quién no ha pensado alguna vez viendo una escena de una película que un vampiro alimentándose de su víctima no se acerca peligrosamente a una escena sexual? La erótica del mordisco y la sangre siempre los acompaña y algunos nos rendimos ante la evidencia. Es por ello que hoy os traigo más que una canción, una escena.

La podréis encontrar en la Reina de los Condenados, película que no pasó a la historia del cine pero contaba con una banda sonora distinta a lo habitual y contenía escenas bastantes amenas. Ésta en cuestión me parece de lo más erótico que he podido ver en el cine y en ella podemos ver al vampiro Lestat con Akasha, la reina de los vampiros. La película está inspirada en las Crónicas vampíricas de Anne Rice.

Aquí os la dejo, solo me queda deciros que la canción que se oye es Change, del grupo americano Deftones y la podéis encontrar en el disco White Pony. El cantante, Chino Moreno tiene una voz personal donde las haya y lo comprobareis en la escena. Saludos para todos.



P.D: Si quereis escuchar la canción entera, aqui la teneis.

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